Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

SCHADENFREUDE

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en el tema que te proponemos

Bienvenid@s a ENTC 2024 Este año, la inspiración llega a través de conceptos curiosos de otras lenguas del mundo. El tema de esta tercera propuesta es el término alemán SCHADENFREUDE, que viene a significar la "alegría por el mal ajeno" Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
días
1
1
horas
1
6
minutos
0
4
Segundos
4
8
Esta convocatoria finalizará el próximo
15 de MAYO

Relatos

MAY24. ALERGIAS, de Paloma Casado Marco

Nunca hubo flores, ni tan siquiera plantas de hojas lustrosas que adornaran su casa. Su marido tenía alergia a la alegría. Tampoco quiso tener hijos, y Manolito, su tabla de salvación, nació como fruto de la única mentira que se permitió, – ese descuido- en todos los años de vida en común.
Ahora, en el tanatorio, abrazada a su hijo, escoge la corona más grande, la más florida, para cubrir su ataúd, y sonríe entre lágrimas, como si el sol se abriera paso por fin, entre las nubes de una tormenta que acaba de terminar. Es su pequeña venganza.

MAY23. EL ÚLTIMO RAMO, de Cándido Macarro Rodríguez

Sabes bien que adoro las flores y te aprovechas de ello.
Por eso siempre me las has regalado al día siguiente, cuando has vuelto arrepentido y llorando,  jurándome que nunca más volverías a hacerlo.
Y yo siempre las he aceptado. Y te he perdonado siempre, como una tonta.
En el fondo soy una ñoña porque nunca he sido capaz de resistirme a tu carita de remordimiento tras el ramo de rosas, tan grande como bestia has sido el día anterior.
¡ Pero esta vez te juro que se acabó!
¡Te lo digo yo!  Esta ha sido la última vez que me pegas, que me llamas inútil y me dices que soy la mayor mierda del mundo y que no merezco vivir. Esta ha sido la última vez que haces llorar a nuestros hijos porque pierdes el control delante de ellos. Es la última vez que les miento diciendo que papá es bueno, que no se da cuenta, que no quiere hacernos daño porque nos quiere mucho…porque eso, eso no es amor.
No. ¡Nunca más!
Esta vez sé que no va a haber flores. En la cárcel no puedes comprarlas y yo, bajo esta fría lápida, tampoco puedo ya aceptarlas.

MAY22. EL LAMENTO DEL ESCORPIÓN, de Nicolás Jarque Alegre

Cuando dejó de llover en este rincón, las flores se reunieron en consejo y acordaron marcharse, si en el plazo de cien lunas el cielo no volvía a descargar. Recuerdo que todos pusimos de nuestra parte para provocar el llanto atmosférico: los robles fumaban, las ranas danzaban, los búhos solicitaban deseos a las estrellas fugaces, los estorninos picoteaban las nubes y el resto rezaba. Nada, todo fue inútil, los días pasaron de largo sin rociarnos y arrancando el colorido de nuestro bosque. Así el destino jugó con todos nosotros y no movió un dedo por evitar el éxodo floral.  De aquello han pasado siglos y casi todos emigraron, otros mudaron para adaptarse y solo nosotros permanecimos inalterables, con nuestros aguijones, en este desierto sin poder enterrar a los nuestros con flores.

 http://escribenicolasjarque.blogspot.com.es/

MAY21. MATÍAS, de Joaquín Valls Arnau

Un compañero trajo un día un hámster a la escuela. Era tan simpático y travieso que enseguida lo adoptamos como mascota de la clase. Decidimos llamarle Matías, por ser el santo del día. Campaba a sus anchas por el aula, mientras los profesores hacían la vista gorda, y pasaba las noches en una caja de zapatos en la que depositábamos a diario, por riguroso turno, comida fresca.
Durante las vacaciones de navidad, varios de nosotros fuimos de excursión al Pirineo en tienda de campaña. Por supuesto, Matías nos acompañó. Al despertarnos el segundo día le llamamos, pero no acudió. A alguien se le ocurrió mirar dentro de su saco de dormir. Allí apareció, inerme, el diminuto cuerpo de Matías, que seguramente se había refugiado en él para combatir el frío de la noche.
Fuimos a darle sepultura junto a una cascada próxima. Al pie clavamos una crucecita que hicimos con una rama de pino, donde grabamos su nombre con la punta de una navaja. Flores no dejamos, pues no hallamos ninguna por los alrededores. Y nos impusimos un castigo: hasta el día siguiente no probaríamos bocado, por no haber sabido preservar la vida de nuestro querido amigo.

MAY19. ¿Y MIS FLORES?, de Eva Castro Outeiriño

Mi pasión por las flores era sobradamente conocida, me avivaban sus colores, me embriagaban sus aromas, me conmovían su fragilidad y su extraordinaria belleza… Mis tres hijas recibieron sus nombres fruto de mi debilidad, Margarita, Violeta y Dalia. Mi esposo, Narciso, tuvo su lugar a mi lado en cuanto se me presentó. Invariablemente, dos veces a la semana, acudía a la mejor floristería de la ciudad, allí me perdía entre las fragancias que emanaban de los pétalos de las distintas flores, siempre me costaba elegir un ramo entre tantos igualmente bellos… El día que mi vida tocó a su fin, nada parecía indicarlo, rodeada de amapolas en plena naturaleza se me acercó una abeja, quise alejarla de un manotazo, no sabía que su pequeño aguijón era para mí un arma letal. No me dio tiempo a pedir mi último deseo, y en mi funeral, no hubo flores.

RESULTADOS… DE LA LLUVIA DE ABRIL

Muchas gracias a todas, a todos.
Nos lo habéis puesto muy difícil. Ha sido complicado elegir tan sólo éstos, y se nos han quedado una docena de relatos en el último descarte que nos ha dolido dejar… pero esto de los concursos es así,  el resultado de una parte de talento y otra parte de lo que la diosa Fortuna se empeñe en reunirnos como jurado…

Felicidades para todos los señalados aquí y mucho ánimo para los demás.

RELATOS SELECCIONADOS (orden alfabético):
Los relatos que tienen premio de finalistas, son candidatos al premio final y se aseguran aparecer en la publicación de la 2ª Edición son:

LOS TRAJO LA LLUVIA,de Ginette Gilart
MI PEQUEÑA ABRIL, Laura Navas. 

RELATOS MENCIONADOS (orden alfabético) 
Los relatos elegidos como «mencionados«, que podrían ser incluídos en la edición final como finalistas mediante la repesca que realice el jurado de la final son:

CAMBIO CLIMÁTICO, de Esperanza Temprano
CERAUNOMANTE, Juan Pérez

DE LLUVIA, ESPEJOS Y DEBERES, Gabriel Bevilaqua

ME TRAJO ABRIL, Ana Gómez Quevedo

   Ánimo a todas, a todos para este mayo … sin flores

EL JURADO SE DESPIDE

Nacho Rubio fue uno de nuestros dos ganadores de la primera convocatoria, y por eso probamos a invitarle para que nos ayudara como jurado. Ha sido un excelente y responsable compañero, preocupándose en todo momento de ir cumpliendo un protocolo que favoreciese un concurso más justo para todos los que participan… aunque eso de la justicia no sea suficiente para colmar su ánimo… ni el nuestro. 
Nos ha dejado estas líneas de despedida… Muchas gracias, Nacho.
Ha sido un honor altísimo poder ejercer de jurado para este concurso que, para gran alegría, ha seguido consolidándose durante su segunda edición.
Es una experiencia que recomiendo enormemente a todos los aficionados a escribir y a enviar sus textos a diferentes premios literarios, porque nos hace ver, desde otra perspectiva, la dificultad que entraña seleccionar solo unos pocos de entre tantos relatos llenos de calidad.
Ser jurado es una labor en parte dolorosa, puesto que uno es consciente de las esperanzas e ilusiones que depositan en sus escritos los participantes y,
si algo es inevitable, es el «decepcionar» a unos cuantos. Pese a todo, la tarea me ha resultado muy instructiva y grata, me ha encantado dialogar y consensuar opiniones con los otros miembros, y animo a otras personas a vivir esta oportunidad en las siguientes convocatorias.
Y ahora: ¡A SEGUIR ESCRIBIENDO!
Nacho Rubio Arese.

MAY18. ENTRE LA MONTAÑA Y EL MAR, FLORENCIO PREFIRIÓ VABABUNDEAR, de Mayte González-Mozos

Ni siquiera de plástico. Ya nadie le lleva flores, ni limpian su lápida. Cualquiera que recorra el sendero entre el mar y la montaña, camino del molino, puede comprobarlo. Pues su sepultura está señalada en ese lugar único y privilegiado.
  Aquel anochecer mi padre regresaba a su tumba, no sin cierto hastío, cuando se sorprendió al vislumbrar sentado en una de las cuatro esquinas del mármol, a un viejo con barba blanca y un manojo de llaves en el regazo de su túnica. El viento, que silbaba por aquellos parajes, arremolinó su largo cabello níveo.
  ─Te esperaba Florencio ─le dijo a papá. Y continuó─: Ven conmigo para encontrar la  justicia que no hallaste en Vida, y por fin te abriré las puertas del Cielo.
  ─¡¿Justicia?! Pero Pedro…, si a casi todas las almas les pones inconvenientes por cosas sin importancia, y envías a la gente al infierno. No, no te acompañaré.
  Así, el fantasma de mi padre perdió su oportunidad, y sigue visitándome todas las tardes. Ya sólo me tiene a mí. Ahora que soy vieja me alegra tener compañía. Aunque estoy preocupada, ¿a quién se le aparecerá cuando yo muera?

MAY16. LA DESPEDIDA, de Blanca Oteiza Corujo

No hubo flores el día de su despedida. Ni tan siquiera un tulipán, con lo que le gustaban. No hubo flores ni tampoco lágrimas. Se fue una mañana de primavera, a esas horas en que la luz empieza a abrirse paso para comenzar un nuevo día. A esas horas en las que el aire huele a limpio y las gotas de rocío adornan las ramas a las que les están brotando las hojas. Se fue sin avisar ni echar la mirada atrás. No hubo flores ni tampoco un adiós.

MAY15. MIL FLORES, de Adrián Rodríguez García

Sergio admiraba la explosión de colores y aromas que cada primavera, poblaba aquellos prados por lo general inundados por un monocromático océano verde.
Humildes margaritas, pitonisas del sí o el no, compartían modestas el espacio con petunias de cien colores, cada una dueña de su propia esencia. Dondiegos cuyas hojas asemejan el corazón de la dama que se quiere encandilar. Claveles, flor de los Dioses, formando pequeñas islas como haciendo piña. Tulipanes, indecisos la mayoría. Algunos eligen el púrpura, los más osados. La mayoría no obstante se conforma con un neutro tono blanco o rojo. Ostentosos crisantemos, incapaces de mantenerse en el anonimato con colores y dimensiones modestas.
Todas y cada una de ellas serán arrasadas en cuestión de horas, y es que el rebaño de Sergio tiene un paladar muy sibarita.

 http://esperaquetecuento.blogspot.com.es/

MAY13. LÁGRIMAS EN EL JARDÍN, de Begoña Heredia

Sabíamos que el atardecer se tornaría naranja de otoño. Que el viento tumbaría las ramas del manzano, pero no que con el paso del invierno, la primavera llegaría este año sin flores.
El patio era una losa yerma. Simulaba el jardín del cuento, el del gigante egoísta, pero aquí no somos de gran tamaño y modestamente nos creemos buenas personas.
No había indicio de la causa de aquel suceso, y con la calma que dan los años, aceptamos lo que vino sin más reproche.
Pero cómo todo en esta vida tiene su por qué, pronto se nos dio, no sólo el motivo si no la solución de aquella inusual primavera.
El último en llegar había sido Basilio, jardinero de profesión. Desde joven cultivaba las rosas del jardín. Ahora, abandonado en él, había perdido el interés por su cuidado y sus noches eran un continuo sollozo.
Y sólo desde el día en el que su nieto apareció y Basilio comenzó a regar la tierra, vimos crecer los tallos de incipientes florecillas.
Una semana después se despidió diciéndonos:
– Me voy a casa de mi nieto a vivir, pero volveré cada mañana a la residencia para ver cómo marchan mis retoños.

MAY12. MENSAJE SIN FLORES, de Ángeles Sánchez Gandarillas

Recibí un mensaje con inesperadas palabras de amor. Seguro llenaría de paradójicos escalofríos, al remitente y a mí.
Creí que estaba dormida y despierta a la vez, la vida había conseguido marearme, porque, hubo una vez en que hubiera querido cultivar esas flores. Sí, mi corazón se salió del sitio y no tuve donde guardarlo, ahora, sé positivamente de la inexistente coincidencia del amar, me está golpeando con las letras del mensaje recibido y el mundo me confina entre aromas…
Que alguien me ame es un traje nuevo que aprieta mi corazón en el pecho; es conturbador y me hace recordar cuando no fui correspondida. ¡Dioses!
Mi cabeza gira y todo se instala en la lejana memoria, entre la nada. Ni siquiera tuve tiempo de permitirme soñar en paseos de la mano por los claros de los montes o, bajo la luz radiante del sol.
Ya no quiero amores, se me acabó la energía y me rendí ante la realidad; hace mucho tiempo, toda la vida…
Mi jardín se quedó sin flores en mayo, y las hierbas silvestres ahogaron las semillas de la reseca esperanza entre mis áridos adentros…
Es posible que esté insomne y sueñe despierta…

Nuestras publicaciones