Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

QUIJOTERÍAS

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en QUIJOTERÍAS

ENoTiCias

Bienvenid@s a ENTC 2025 Comenzamos nuestro 15º AÑO de concurso. Este año hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores, y el tercero serán QUIJOTERÍAS Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 DE MAYO

Relatos

21. Noche negra (Susana Revuelta)

Se entretiene esta mañana recolectando las mosquitas que, desesperadas, se enredan más y más en una telaraña junto al muro del patio y metiéndolas delicadamente en un frasco de acuarela negra seca,

«ya tenemos suficientes»

así nadie puede ver qué hay dentro. Sus ojos giran desorbitados como queriendo escapar del rostro al contemplar a las hormigas troceando en el suelo de hormigón la lagartija que aplastó ayer con un dedo.

«cómo coleaba el bichejo; ahora mojama parece»

Luego, por la tarde, mientras los otros discuten por el mando a distancia o cabecean en la sala de la tele, él sube a su habitación,

«nos está quedando un dibujo precioso; luego escóndelo bien»

a continuar con su obra. Es una noche oscurísima ―hormigas pegadas con saliva al folio― vista a través de una ventana ―vidriera de alas de mosca―. Tanto le gusta, que la fija con moco al armario.

«¡Anormal, majara! ¿Otra vez?»

―¡¡¡No me trates así!!!, solloza, angustiado. Y para acallar esa voz empieza a dar cabezazos contra la pared.

Vienen entonces los sanitarios, «cálmate», le pinchan en un brazo y, a través de la bruma, los ve despegar el papel, mirarlo, negar con desagrado, hacer una bola con él.

 

20. La preciada armonía

Al principio fue la nada; de la nada, el verbo; del verbo, el eco de un silencioso sonido que generó una gran explosión. Quizás fuera una palabra: amén.

Al principio fue la nada, luego el caos y después el orden.

La evolución y la involución de la creación: la transformación.

Tras la gran explosión llegó un desorden ordenado, una naturaleza con su perfecta geometría sagrada que se comunica, que vibra y que siente.

Al principio fue la nada, luego las ondas vibratorias se convirtieron en energía y de esos barros estos lodos.

Tras la nada llegó el hombre, el caos, la mujer, el orden… la ambigüedad, la razón y la sinrazón, la generosidad y la avaricia: la dualidad.

Antes del fin llegará de nuevo el orden tras el caos y a lo lejos un sonido, una voz quizás… otra gran explosión, una nueva realidad, diferentes dioses, distintas creencias. Un sonido estruendoso, quizás la frágil vibración de una palabra susurrada que se expande por el infinito universo sin nada contra que chocar para que el eco pudiera devolver un par de sílabas: Amen.

En ese momento, oscura lucidez, el ser humano descubrirá la preciada armonía, el orden natural de las cosas.

 

 

Jose María Escudero Ramos

www.escuderoramos.com

19. El efecto mariposa

Pasada la medianoche, el volcán entró en erupción y dejó sin luz a la ciudad. Un instante después, en la otra punta del globo, explotó un cohete al ser lanzado y, tras el estallido, un tsunami engulló parte de la costa este. Al maremoto le siguió una caída mundial de las redes sociales, algo que colapsó la comunicación global del planeta. Entonces se oyó un grito inmenso. Un grito ensordecedor de la humanidad quejándose al unísono. Y, por último, en medio de tal desconcierto, ¡paf!, un estruendo que da paso a un silencio sepulcral. Un silencio aterrador. O no, quizás fue al revés y con el silencio empezó todo. Un silencio formidable, tan reconfortante que provocó el calentamiento del magma… Pero qué sabré yo, si no me enteré de nada. Estuve dando vueltas en la cama, desvelado por el sonido de un molesto aleteo. Un fastidio. No pude dormir hasta que, convencido de que era una polilla, me levanté y, a tientas, le solté un manotazo, ¡paf! Por fin conseguí descansar, ronqué plácidamente durante toda la noche. Es justo ahora que, leyendo las noticias, levanto la vista y descubro unas delicadas alas azules aplastadas contra el cristal de la ventana.

18. LA ESTÉTICA DE LO (IN)COMPRENSIBLE (Mariángeles Abelli Bonardi)

Mientras leo toco, inconscientemente, mi medalla de San Jerónimo. En ella, el patrono de los traductores, trabaja en un pasaje de la Biblia. Me concentro en el texto entre manos y lo bisbiseo: surgen los sonidos bilabiales y explotan las tés entre mis dientes; cuarenta y cuatro fonemas ingleses convierten mi lengua en una montaña rusa…

Llego a un pasaje difícil y recuerdo a la profesora y su advertencia: «¡Ojo con los falsos amigos, que nos pueden engañar!»… Consulto el diccionario, me aseguro, traduzco esas palabras que, en principio, parecen transparentes: ‘lecture’ se vuelve ‘conferencia’, ‘library’, ‘biblioteca’, en ‘journey’ comienza el ‘viaje’, y en ‘exit’ está la ‘salida’… Llego a otra palabra; parece inofensiva pero enseguida me muestra los dientes… Disipo su mal genio dándole un buen sinónimo y continúo, así hasta terminar. Releo y me encomiendo a mi santo, pensando en la versión definitiva… ¿Es bello este caos de idiomas? Me digo que sí.

17. INCONGRUENCIAS (Edita)

Este año no pudimos deshacernos de los restos de poda arbórea porque la Administración denegó los permisos para quema desde abril. Justificación esgrimida: la sequía anormal anticipa e incrementa el riesgo de incendios.

El verano está recién estrenado. Salimos en coche sobre las siete de la tarde, con cielo despejado y calor. Unos kilómetros después, el sol empieza a cubrirse. Pensamos si la calima de la ría tendrá alguna culpa, pero el olor a humo enseguida disipa las dudas. No divisamos fuego. La visibilidad empeora. Mi suegra nonagenaria que, por voluntad propia, vive más lejos y sola de lo debido, espera la visita. Seguimos. Nos alivia encontrarla sosegada. Cenamos con ella unas sardinas a la parrilla y regresamos. La noche deja ver las llamas. Aunque invaden el paisaje, no asustan demasiado. Una sonrisa bilateral y maliciosa nos sorprende: nuestro problema tiene solución. Cuando lleguemos, habrá que mudarse e ir al huerto. Toca sudar.

Como siempre, los periódicos destacan en portada las innumerables hogueras generadas para festejar San Juan. Dicha noticia aparece ilustrada con la foto de una playa absolutamente cubierta por toneladas de basura, huella indeleble del desmadre nocturno.

16. DESVÁN CON VISTAS

Los recuerdo ver siempre ahí, quietos o revoloteando, con plumaje de multitud de colores, algunos chillones y otros grises de mil tonalidades. Hay de todos los tamaños y de todas las edades. Algunos son silenciosos, también los hay cantores —son los más molestos— que hacen audiciones improvisadas a cualquier hora. Pero son libres; entran y salen cuando quieren, nunca les detengo. Mi madre dice que tanto pájaro no me deja ver la realidad, que siempre estoy soñando, como ausente…  Pero sé que sin ellos sería incapaz de escribir mis poemas, qué culpa tengo yo si anidan en mi cabeza.

15. MUTAR

A la niña le dio por mutar. Con su hermano todo fue ideal, pero con ella estamos observando comportamientos un tanto extraños. Tanto es así, que hemos comentado con otros padres lo que está sucediendo, más que nada por intentar encontrar algún remedio.

Algunos asienten, y comentan que a sus hijas les pasa algo similar:  Que sí parecen sordas, que si no responden, que se pasan horas encerradas en el baño ajenas al mundo… Mientras escuchamos, su padre y yo vamos abriendo mucho los ojos, tensando el cuello y echando la cabeza ligeramente hacia atrás. Nos miramos, carraspeo y les explico: 

Nuestra hija no está callada, ni en modo “mute”, no recorre el pasillo haciendo “mutis” por el foro, como dicen en los teatros. No suele dar la callada por respuesta ante nuestras preguntas, aunque a veces si. 

Camila ha decidido ser mariposa, así nos lo anunció una noche. Tonterías hormonales, pensamos. A la mañana siguiente, tras desenroscarse de la sábana, nos mostró unas grandes alas translúcidas y de colores brillantes que salían de su espalda. Ya se le notan dos incipientes antenas en la frente. Su vida será algo más caótica, pero ella está realmente preciosa. 

14. TOHU BOHU (Jesús Alfonso Redondo Lavín)

Nos indican los directores de este blog que esta vez hablemos de: “RAME”, palabra que en balinés significa “belleza del caos”

Comienza el Génesis de la Biblia con aquello de: la tierra estaba “tohu va-bohu” que en hebreo bíblico se traduce como desordenada y asolada, o sea, el caos.

Esta reflexión me hacía admirando los “peirones” de Cutanda, (tierra de Jiloca en Teruel). Es una contribución del hombre a embellecer el caos geológico de esa zona de España. Seguro que mis ancestros carreteros y sus primos pastores trashumantes agradecían, tras hollar senderos embarrados, barrancos y neveros, esos pináculos que ponían orden en los cruces de caminos, erigidos, bien en memoria de una victoria allí mismo del Batallador contra los almorávides, bien para cumplir con la oración diaria al Santo, Virgen o la Santa, labrados, grabados o pintados en esmalte al azulejo, en la cima o fuste del peirón. Además, confirmaban lo acertado del camino, señalando al pueblo o a la venta cercana donde descansar del trajín.

En algunas zonas de Francia y Suiza hacen festivales musicales que les llaman Tohu-Bohu. Qué bonita es la palabra que para ello usamos en España: “guirigay” y “bagunça” o “trapalhada” en el idioma portugués.

13. La normalidad del caos

Han saltado todas las alarmas y el caos reina en cada rincón.

En los pisos bajos, donde antes abundaban las humedades, las grietas por la sequía, se abren paso a través de las paredes.

En un piso más arriba, hace años habitado por cientos de mariposas, el silencio y la soledad, ahora, lo invaden todo. 

Los termostatos apenas funcionan, lo mismo hace un frío glaciar, como un calor infernal.

Las humedades de los bajos, parecen haberse instalado en la penúltima planta, donde a veces, y sin explicación alguna, el agua se derrama  por sus dos grandes miradores.

Arriba, en el ático, está la sala de ventilación, que apenas da a basto con tantos malos humos.

En la azotea, sigue habitando quien lo coordina todo pero, últimamente, deja mucho que desear, quizás se haya cansado de tener siempre todo bajo control, quien sabe.

En la consulta del médico, Magda, ajena a todo lo que pasa en su interior, mira con cierta coquetería al doctor, parece que una mariposa pugna por aletear en su bajo vientre. Mariposa que se torna gas cuando,  este le dice, que todos los síntomas que padece, son los normales de la menopausia.

12. A CONTRACORRIENTE (A. BARCELÓ)

Avanzábamos a duras penas entre golpes y atropellos en la más absoluta oscuridad. Sin hacer caso a las advertencias que imponía la razón, todos nos sumíamos en la histeria colectiva y nos dejábamos arrastrar por la corriente salvaje que conducía al vacío o al improbable mar de la salvación. Yo sabía que mis probabilidades eran prácticamente nulas, no era tan fuerte como otros y mi voluntad empezaba a flaquear, aun así, seguí hacia adelante sin rendirme, el objetivo era literalmente vivir.

Los mecanismos del universo para hacer de lo imposible una realidad confabularon para que fuera yo, en contra de todo pronóstico, el único que consiguiera llegar hasta el final de aquel angosto túnel y atravesar el umbral de la vida.

Soy consciente de que no entraba en los planes de mis padres concebirme en aquel momento y que eso puso sus vidas patas arriba, pero a día de hoy todos celebramos que el destino aprovechase un simple descuido.

11. INVOLUCIÓN (Puri Rodríguez

El viejo mundo, ese que no hace tanto tiempo existía y por el que muchos transitamos, con sus luces y sus sombras, hoy va desapareciendo ante nuestros ojos.
Aquella intermitente calma que, en muchas ocasiones, nos permitía conversar y debatir entre opiniones e ideologías diversas, sin descalificar u ofender al otro, está ya en franca retirada.
Se fue el espíritu crítico dejando el camino libre a las opiniones inmutables, impermeables a pruebas y datos, jaleadas por las cloacas de ciertas redes sociales dirigidas por buitres megamillonarios alérgicos a la inteligencia y a las democracias.
Y, tras el deleznable experimento de la clonación, su última creación: La Inteligencia Artificial.
Ese invento que pretende sustituir a los imperfectos humanos por robots programados por conspiradores ultraimbéciles, apátridas fiscales y peligrosamente mediocres, incapaces de entenderla y controlarla, que emerge y asoma hoy para imponernos su “realidad virtual” con la inhumanidad por bandera.
Siempre pasaron deprisa los milenios pero, últimamente, corren que se las pelan, comandados por legiones de imbéciles alados fascinados por el caos de este nuevo  mundo.
Menos mal que yo ya no estaré aquí para verlo.

10. Profundidad de campo (Francisco Javier Igarreta)

“El campo siempre estará abierto a todas las posibilidades”, repetía constantemente la megafonía. “Incluso a la de cerrarse”, apostilló un resentido, que gesticulaba escenificando la ampulosidad del eslogan.

Lo que al principio parecía un desaforado exabrupto, se transformó, de boca en boca, en un inquietante augurio. El campo, cuyos límites se perdían más allá del horizonte, podría ser acotado. Lejos de quedarse al margen, el inmenso terreno fue capaz de sobreponerse a sí mismo. En una sobreactuada redundancia campó a sus anchas por los más abruptos descampados. Para cuando llegó a aquella difusa masa verde ya había germinado en su seno una pregunta seminal: ¿Será esto el bosque? La inusitada contundencia del interrogante hizo mella en la frondosa espesura. Haciendo honor al dicho, los árboles se empeñaron en no dejar ver el bosque y cayeron uno tras otro en una insólita batalla campal. La terrible sarracina acarreó una ingente cantidad de leña. Los roces hicieron inevitables las chispas y el fuego, siempre a la que salta, se dejó seducir. Arrasada la masa boscosa, sólo quedó tierra quemada. Como un ave Fénix, el campo resurgió de sus cenizas y volvió a las andadas.

 

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